A mediados de los 90’s Colo-Colo no sólo era un club de
fútbol, sino uno deportivo, y así era que tenía ramas en diferentes
disciplinas. No extrañaba ver a los albos jugando rugby, polo, compitiendo en
atletismo o en patín carrera. Así fue que se crea el proyecto del equipo
masculino de básquetbol, ya que el femenino existía hace años. Le fue bien al
quinteto del Cacique y así fue que la meta creció, jugar y ganas el tradicional
campeonato de la Dimayor. Para la misión se eligió en la banca a Carlos Álvarez
que creó un cuadro competitivo que en su primera incursión en el torneo
cesteril llegó a semifinales, eliminando a Español de Talca y perdiendo con la
Universidad de Concepción.
Al año siguiente, 1996 es de una temporada regular
espectacular con el plantel que conformaban Chuck Jones, Mack Hilton, Aldo Carpo, Luis Alfredo Aliste, Saúl Guerra,
Carey Scurry, Marcelo López, Julio Córdova, Cristian Poblete, Robert Lagos,
Cristian Rojas y Leonardo Orellana.
Así los albos que
jugaban de local en el Gimnasio Nataniel, que partido a partido se repletaba al
punto de que la televisión comenzó a transmitir en directo los partidos de este
fenómeno que era Colo-Colo en la Dimayor.
En la primera
ronda de los Playoffs el Cacique eliminó a un grande del baloncesto nacional:
Valdivia. Colo-Colo venció 3 a 1 en la serie.
En semifinales se
encontró con Español de Talca comandado por Héctor ‘Tito’ Vera. En duelos
jugados a muerte, los colocolinos clasifican a la final al vencer 3 a 2 a los
de la Séptima Región.
La gran final fue
con el poderoso Petrox de Talcahuano, la serie estaba 3 a 2 en favor de
Colo-Colo y el sexto partido se jugaba en el mítico Gimnasio La Tortuga.
Quedaba menos de
un minuto cuando Carlos Álvarez hincó su rodilla izquierda en la cancha, agachó
su cabeza y oró, era la máxima señal de que los albos se quedaban con el
título.
Colo-Colo ganó
113 a 104 a Petrox y cerró la serie 4 a 2 a su favor. Vino el momento esperado,
Julio Córdova levantaba la Copa que premió el esfuerzo de todo el año.
Carlos Álvarez,
director técnico del Cacique cestero, no disimulaba su emoción. Ronco por los
gritos desde el borde de la cancha, explicó así a Revista Triunfo la conquista:
“En estos momentos recuerdo a todos los que nos ayudaron para esta victoria.
Nos propusimos una meta y la alcanzamos con el esfuerzo de todos. Tenía
confianza en que podíamos ganar el título en este escenario. Petrox fue un gran
rival. De eso no hay dudas. Nos complicó todos los partidos, pero los nuestros
supieron salir de sus marcas y aplicarse en lo suyo. Colo-Colo ha respondido a
su prestigio institucional y se ha convertido en un aporte importante para que
crezca el básquetbol chileno”.
Lamentablemente
la historia de Colo-Colo en el baloncesto masculino fue corta, al año siguiente
perdió la final con la Universidad de Concepción y se terminó el proyecto que
hasta el día de hoy los amantes del deporte de los aros, esperan vuelva algún
día.